Instagram está Muerto (Solo aún no lo sabe)
La primera de las principales aplicaciones de selfies no será la última.
La primera de las principales aplicaciones de selfies no será la última.
Aún recuerdo la primera vez que vi una foto en Instagram, aproximadamente hace nueve años. Mi amigo Aaron estaba en una banda de rock decentemente exitosa, y me enseñó esta aplicación que recién había instalado. “Básicamente tomas una foto y después usas un filtro para hacerla ver mejor que en la vida real. Es genial para exhibir a la banda.”
Instagram ha recorrido un largo camino desde que Facebook le tuvo miedo a Twitter y compró Instagram por $1,000 millones, pero en cierto modo, es esencialmente la misma cosa: una plataforma para tomar selfies, y presentar una realidad perfecta (y algunos dirían distorsionada).
Mientras que Instagram es aún el líder en presentar #LaVidaPerfecta, la realidad detrás de escenas es que su eventual desaparición está mucho más cerca de lo que le gustaría admitir.
Al igual que su empresa propietaria, el gigante de las redes sociales enfrenta 10 desafíos potencialmente insuperables que conducirán a su inevitable desaparición en los próximos años.
1. Su Crecimiento está Desacelerando…. Rápidamente
Instagram anunció que había alcanzado 1,000 millones de usuarios activos diariamente en Junio de 2018… y desde entonces no han publicado una actualización. Su crecimiento anual cayó a un solo dígito en 2019, y eMarketer predice que no hay esperanza de recuperación:*
Si hay una cosa que sabemos acerca del mercado de valores, es que el “lento crecimiento” es esencialmente lo mismo que “perder dinero”. Sabiendo que Facebook y otros solo pueden ir en descenso, los inversionistas ya están buscando mejores negocios.
* No significa nada que Social Media Today piense que estos números son de hecho generosos, y yo estoy de acuerdo. Para 2025, Instagram, casi ciertamente estará en una trayectoria de crecimiento negativo irreversible. (En comparación, se espera que TikTok crezca en tres dígitos en la mayoría de los mercados.)
2. La Generación Z no está Interesada
Para los menores de 18, Instagram ya es el medallista de bronce en las redes sociales. Las historias pueden haber retenido una huida masiva hacia Snapchat pero Reels no va a ganarle a los usuarios en masa de TikTok.
La generación Z quiere cifrado punto-a-punto, no quieren ser seguidos, se oponen firmemente al acoso en línea y a los discursos de odio, no quieren que sus caras aparezcan públicamente durante más de unas horas, y no les gustan los anuncios. Entonces ¿por qué descargarían una aplicación que espía a sus usuarios de diferentes maneras y que está siendo demandada por grabar a sus subscriptores aun cuando han cerrado sesión?
3. Comercialización = Osificación
El modelo financiero de las aplicaciones como Instagram es un poco de matemática absurda llamada crecimiento exponencial interminable. Si Instagram no puede encontrar una forma de regresar a un crecimiento de dos dígitos (que probablemente no pueda) o encontrar una forma de duplicar el tiempo que sus usuarios pasan en su aplicación (que definitivamente no puede), entonces la única otra manera de crecer es extrayendo más dinero de sus usuarios actuales:
Desde la perspectiva comercial, Instagram se está volviendo rápidamente el segundo round de estafas de Facebook. Cuando se lanzaron las páginas de Facebook, los niveles de interacción eran increíblemente altos. Después Facebook regresó a niveles de interacción tan bajos como 2% e hizo que los vendedores pagarán para alcanzar a sus propios seguidores. Están haciendo lo mismo con vendedores en Instagram, con niveles de interacción que ya alcanza tan solo el 3%.
Imagina construir una lista de distribución de 1,000 suscriptores, pero de repente solo puedes enviar un correo a 30 de ellos sin tener que pagar una tarifa considerable. Sin promesa de rentabilidad. Es inconcebible.
Desde el punto de vista de un influencer, todo su modelo de negocio está en peligro. Las marcas prefieren pagarle a influencers para promover sus productos en Instagram en lugar de pagar a Instagram para comercializar sus productos, por lo que el interés de IG es arruinar a los influencers.
Es pura matemática hasta este punto: las interacciones orgánicas continuarán disminuyendo hasta que las marcas cambien a publicidad pagada en lugar de pagarle a influencers.
Cuando se alcanza este punto de inflexión, ¿qué razones tienen los influencers para quedarse? No muchas. Para nuevas personas tratando de entrar en el juego de los influencers, buena suerte debutando a menos que ya seas una celebridad. La realidad es que otras aplicaciones te harán rico más rápido y otras aplicaciones sin duda te harán más famoso mucho más rápido. Como un adolescente me dijo hace poco, “TikTok es mi mejor oportunidad de hacerme famoso en este momento.”
Desde la perspectiva de los usuarios, el juego de los influencers terminó. Ya no puedes creer todo lo que ves en Instagram.
¿Cómo sabemos que una foto en un avión privado no fue montada en un jet falso
¿Es realmente su casa o solo un Instadepartamento construido para ese fin?
¿Cómo sabemos que artículos son realmente usados por nuestros héroes y cuales son productos pagados?
¿Cómo sabemos que no estamos siendo víctimas de una de las estafas en IG?
¿Han hecho crecer su audiencia utilizando bots de seguimiento?
¿Cómo sabemos que no sólo compraron a todos sus seguidores?
E incluso si todos son seguidores reales… ¿A quién le importa ya? (Llamémoslo la Paradoja de Instagram: Si 10 millones de personas pueden llamarse a sí mismos influencers, entonces nadie es un influencer.)
Además de esto, está el hecho de que los usuarios de Instagram están siendo expuestos a más anuncios que nunca. Pero plantea la pregunta: Si IG está empeñado en extraer más ingresos de sus creadores y consumidores de contenido… ¿también está aumentando el valor que les devuelve?
La respuesta, por supuesto, es no.
4. Instagram es el Walmart de las Aplicaciones
A estas alturas, IG ha incluido demasiadas funcionalidades en su búsqueda de ser todo para todos: la integración de Facebook Messenger, posts, historias, directos, videochats, IGTV, Reels y más. En lugar de ser una cosa, como TikTok, básicamente está tratando de ser… Facebook.
5. Es Tóxico
Si el COVID-19 enseñó a los usuarios de internet algo, es que necesitamos ser mucho más gentiles con nosotros mismos.
De acuerdo con el reporte de la Royal Society for Public Health, “rates of anxiety and depression in young people have risen 70% in the past 25 years.”[ los niveles de ansiedad y depresión en jóvenes ha aumentado el 70% en los últimos años].
CNBC reporta que, de todas las principales aplicaciones de redes sociales, Instagram es dónde “most likely to cause young people to feel depressed and lonely.” [ es más probable que los jóvenes se sientan deprimidos y solos ].
La revista TIME ha llamado a Instagram “the worst social media for mental health.” [ la peor red social para la salud mental.]
Instagram es un juego de comparaciones 24/7 que ninguno de nosotros puede ganar. Incluso para influencers ultra-populares, simplemente, los homo sapiens no estamos adaptados al elogio anónimo de extraños como nuestra principal fuente de autoestima.
A medida que más investigaciones nos ayudan a entender el verdadero costo que IG está cobrando sobre nuestra salud mental — y todos comenzamos a tomar nuestra salud mental digital mucho más en serio — podemos esperar que muchos abandonen la plataforma o cambien drásticamente sus hábitos de consumo.
6. Su “Belleza” Disminuye Rápidamente
IG es como Pinterest — desplázate lo suficientemente rápido y todo se ve igual. Afortunadamente, la generación Z odia absolutamente a los influencers de Instagram. No les interesan las ilusiones artísticamente creadas de la vida perfecta. La estética de Instagram, aunque evoluciona lentamente, es demasiado homogénea para la generación más individualizada de la historia.
7. Es Simplemente Aburrido
¿Cuántas fotos más de chica-en-canoa realmente necesitamos ver?
¿O vacas de las tierras altas?
¿O pies colgando sobre el Horseshoe Bend?
Ahora hay una cuenta de Instagram entera dedicada a acumular colecciones de contenido IG sin originalidad y sin inspiración. Como dijo un antiguo influencer:
“It’s the same filters, same light, same poses, same people; same, same, same.” [Son los mismo filtros, misma luz, mismas poses, mismas personas; lo mismo, lo mismo, lo mismo]
8. Millennials Conscientes Están Creciendo
Más y más de mis amigos están dejando Facebook, especialmente después de ver “El dilema de las redes sociales” o de leer libros que te hacen abrir los ojos como “¿Qué está haciendo Internet con nuestras mentes? Superficiales”, “Irresistible”, “Enganchado”, o “Digital Minimalism”… y Instagram es el siguiente en el corte. (Varios de mis amigos ya lo han abandonado.)
Muchos más usuarios empezarán a hacer todo en su poder para desengancharse del segundo algoritmo de adicción más poderoso de Facebook con un arsenal de bloqueadores de anuncios y aplicaciones de restricción de tiempo.
Los millennials son oficialmente muy grandes para estar tomando selfies de todos modos
En algún punto — probablemente después — te diste cuenta que es vergonzoso ser demasiado narcisista. Mientras que, obviamente, tomarse selfies no es la única cosa que la gente hace en Instagram, ciertamente tiene tendencia a centrarse en uno mismo… probablemente no para los usuarios comunes, pero ciertamente para los grandes influencers. A diferencia de plataformas como Medium — que son acerca de enseñar, ayudar, instruir, e informar a otros — plataformas de fotografías tienden a apuntar el lente hacia el espejo con demasiada frecuencia.
Además: La privacidad les empieza a importar
Los Millennials quizás tengan que vivir con que sus fotos de la preparatoria estén exhibidas por siempre, pero no quieren fotos de sus hijos en línea. Ellos pueden enviar en privado y de forma segura fotos de su hijo/perro/cena directamente a sus amigos y padres sin que la aplicación se trague la información.
Están descubriendo que no necesitan medios para ser sociales
Los Millennials son la última generación en recordar esos hermosos días de amistades analógicas, y una vez que haya una vacuna generalizada para el COVID, esperen verlos hacer el arduo trabajo de construir relaciones reales en lugar de digi-conecciones. Esperen a ver un declive importante en el uso de los medios mientras vuelven al trabajo del mundo real, y esperen ver a los Millennials dejar Instagram en grandes cantidades tan pronto como surja un contendiente viable.
Quieren usar mejor su tiempo de inactividad
La realidad es que los Millennials ya no pueden desperdiciar 28 minutos por día en una plataforma con tan poco beneficio en la vida. Hay una razón por la cual Medium.com está actualmente en el top 100 de páginas más visitadas en el mundo — las personas están buscando un mayor beneficio a cambio de su tiempo; más acción por su dinero digital.
9. La Gente Mayor no se está Registrando
Le tomó a los Boomers una pequeña eternidad poder registrarse en Facebook, y cuando finalmente lo lograron, inundaron el sitio con sus sienes plateadas muy rápido. Ahora, el logo azul brillante de Facebook recuerda a muchos adolescentes el nuevo color de tinte de su abuela. Si los mayores de 60 sí adoptan Instagram — y muestran signos de querer una aplicación que acentúe sus arrugas — será demasiado tarde para salvar la plataforma, y ciertamente alejará tantos usuarios como los que atraerá.
10. Están Perdiendo la Confianza del Público
El escándalo de espionaje de Instagram no se irá a ningún lado…
La supresión disimulada (shadow-banning) está molestando a los influencers…
Los Federales se mantendrán estrictos con el monopolio de Facebook…
Los usuarios están cansados de anuncios, desanimados por los influencers, y cautelosos de los algoritmos…
Encuestas sobre Zuckerberg son más bajas que las de la mayoría de los presidentes republicanos después de su segundo mandato…
Todo esto lleva inevitablemente al colapso de Instagram.
¡Eso es Imposible!
No, no lo es. Si bien Instagram no va a desaparecer pronto — todavía tiene más de mil millones de usuarios activos diarios — si Myspace nos enseñó algo, es que cuando el sitio de redes sociales más grande del mundo se derrumba, lo hace de la noche a la mañana.
Es el efecto de red pero en reversa.
Para aquellos no familiarizados con la Ley de Metcalfe, la teoría sostiene que “el valor de una red de telecomunicación aumenta proporcionalmente al cuadrado del número de usuarios del sistema”. A medida que el costo físico de la red crece linealmente, su valor crece exponencialmente.
Digamos que cada persona en una red social vale $1.50 dls. Una red de dos personas vale $2.25 dls ($1.50 x $1.50). Una red de tres personas no vale $3.00 dls. — vale $3.38. La red de Instagram de mil millones de usuarios actualmente vale más de $100 billones de dls para Facebook.
Somos nosotros, los usuarios, quienes le damos a Instagram el 100% de su valor. La realidad es que cuando tus 10 amigos más cercanos y tu top 10 de influencers favoritos salen de IG o cambian de plataformas, no volverás a entrar de nuevo.
Mientras la desaparición de Instagram puede tomar más tiempo que la de otros debido a su enorme tamaño — y, como Myspace, seguramente seguirá existiendo por décadas de alguna forma — es seguro decir que sus mejores días están en el pasado. Porque es solo cuestión de tiempo antes que el efecto de red se rompa y el valor de la cadena de valor se desintegre solo.
Entonces, ¿Qué es lo que debe hacer Instagram?
No todo está perdido para la segunda joya más grande de la corona de Zuckerberg. Mientras Facebook continúa en su camino a convertirse en el siguiente Myspace, Instagram está, de hecho, beneficiándose de la caída de su compañía dueña.
Pero, ¿Comer un animal atropellado es la mejor manera de mantener el peso de combate?
La realidad es que los Titanics no pueden dar vueltas de 90 grados. Entre más grande sea la compañía, más difícil será el giro. Hay una razón por la que un grupo de orcas siempre vencen a una jorobada. Ya es imposible para Instagram mantenerse al ritmo de TikTok y otras aplicaciones que están surgiendo — incluso cuando lo logran, se sienten como imitadores, no innovadores. Nadie recuerda quién estaba justo detrás de Usain Bolt.
La verdad es que Instagram existirá durante mucho, mucho tiempo, pero de la misma forma que Myspace, MSN y el último Blockbuster existen: en una forma seriamente disminuida.
Las Buenas Noticias: Surgen Oportunidades
Al final de cuentas, la desaparición de Instagram de hecho será muy buenas noticias para comercializadores, influencers, emprendedores, empresas emergentes (startups), usuarios de redes sociales y el público en general.
Para comercializadores, más plataformas de redes sociales generarán más opciones de marketing, con audiencias específicas, menos competencia de anuncios, y mucha más rentabilidad.
Para influencers, esperemos que futuras plataformas sean obligadas a publicar sus porcentajes de alcance orgánico y compitan por el máximo acercamiento gratuito. Imagina una red social que actúa más como una lista de correos electrónicos y garantiza que cada publicación que realizas será entregada al 100% de los fans quienes intencionalmente han elegido ver tu contenido. Hasta Dwayne “La Roca” Johnson se cambiaría.
Para emprendedores, existe la oportunidad de construir aplicaciones auténticas, elegantes e innovadoras que compitan con Instagram por primera vez en cerca de una década. Así como la sociedad de consumo individual crece, espera ver una proliferación de sitios para grupos específicos en los años próximos, quizás hasta pagadas por usuarios. (No es poco probable que vayamos a ver grupos de influencers unirse y comenzar su propio sitio, también.)
Para empresas emergentes en redes sociales, está la oportunidad de aprender la lección que todas las compañías de medios sociales hasta ahora han olvidado o ignorado: Cuando comienzas a abusar de tus creadores de contenido y los haces pagar para llegar a su propia audiencia, encontrarán otro hogar digital. ¡Programen con esto en mente!
Para usuarios de redes sociales, esperen (o exijan) ver en uso la Carta de Derechos de los Usuarios (User’s Bill of Rights), incluyendo estándares de privacidad reforzados, algoritmos mucho menos adictivos, protección innovadora contra trolls de internet, y división de ganancias por anuncios. Es nuestra presencia y creación de contenido lo que da a todas estas plataformas tanto su poder como sus ganancias, y ya es el momento de que nos comiencen a tratar más como clientes y contribuidores y menos como el producto a vender.
Para el público en general, esparcir nuestras interacciones digitales a través de un conjunto de sitios más amplio podría resultar en una mejor protección de nuestra información, un algoritmo que se incline hacia la positividad en lugar del contenido que induce ansiedad y depresión, y mayor valoración al tiempo invertido por el usuario.
En resumen, las compañías de redes sociales del mañana tienen mucho que aprender del declive de las más grandes empresas de hoy. Para los comercializadores y empresas emergentes, podemos esperar un incremento drástico en la cantidad y calidad de auténtico compromiso con los usuarios, lo cual es una gran victoria para todos.
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